Científicos de la Universidad de Missouri, en EEUU, realizaron una encuesta entre los adolescentes y jóvenes estadounidenses y descubrieron que el 16% de ellos restringen la ingesta de calorías procedentes de alimentos para destinarlas a las calorías del alcohol y para no perder la forma. Por otra parte, el estudio reveló que las mujeres siguen esta conducta casi tres veces más que los hombres.
La principal motivación de los jóvenes en este caso es prevenir el aumento de peso, el emborrachamiento rápido y el ahorro de dinero que podría gastarse en la compra de la comida. Mientras tanto, según los científicos la drunkorexia (druk significa borracho en inglés) puede tener peligrosas consecuencias cognitivas, conductuales y físicas, así como causar trastornos alimentarios más graves o abuso de drogas.
"Privar al organismo de una nutrición adecuada y consumir grandes cantidades de alcohol puede ser peligroso. Esto puede causar problemas cognitivos tanto a corto como a largo plazo, incluso dificultades con la concentración, el aprendizaje y la toma de decisiones", opina Victoria Osborne, profesora de la Universidad de Missouri y una de los dirigentes del estudio.
Además, las personas que comen de manera inadecuada y beben mucho podrían sufrir de intoxicación grave por alcohol, drogadicción y enfermedades crónicas. Especialmente afecta a las mujeres, ya que el organismo femenino metaboliza el alcohol de manera diferente que el masculino, por lo que las mujeres corren más riesgo de tener mucho alcohol en la sangre y no tener nada en el estómago.
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