Esto explicaría el hecho de que la personalidad de los que viven con un corazón trasplantado sufra transformaciones radicales. Lo que nos lleva a concluir que el corazón posee un sistema que contiene memorias codificadas,
El corazón es el órgano más fascinante del ser humano, afirma el cirujano cardíaco Josep M. Caralps. Una tesis que ha revolucionado a la comunidad médica: es que en el corazón se generen los propios deseos, sentimientos y emociones, teniendo como medio transmisor el cerebro.
El doctor Josep Maria Caralps, asegura que el corazón genera sentimientos y el que recibe el corazón puede sentir ciertas cosas que sentía la persona fallecida. El corazón es un órgano vivo que siente y tiene memoria.
Se ha comprobado que personas trasplantadas de corazón han sentido cambios en su personalidad, notando deseos y sentimientos que no tenían antes de la operación y que curiosamente sí los tenia el donante del órgano. Un cambio de corazón, entre diferentes sexos destaca los cambios en sus nuevos gustos, gestos y personalidad.
Por extraño que pueda parecer, se vienen recogiendo informes de personas que tras un trasplante de corazón alegan haber adquirido gustos, hábitos y aptitudes memorizadas de los donantes.
El corazón genera sentimientos
Esto se ve constantemente en los trasplantados de corazón, que manifiestan sensaciones y sentimientos que eran propios del corazón del donante. Todo indica que en el corazón se van almacenado sensaciones gustativas, apetencias, etc., que luego las siente el trasplantado. Siente una especie de cambio en la personalidad propia.
Notamos que el corazón se convierte en un termómetro de nuestras emociones. Cuando nos pasa algo importante, nos damos cuenta de que el corazón late más deprisa, notamos incluso los latidos en el cuello o en las sienes y esto hace que incorporemos el corazón a nuestras manifestaciones emotivas constantemente.
En la Biblia el uso de la palabra corazón está circunscrito a los funcionamientos del corazón del hombre como la central generadora de los deseos, emociones y afectos de uno, el lugar central que viene a abarcar las capacidades generadoras de motivos. Prescindiendo de lo que todavía aprenda la ciencia médica acerca del corazón humano, la Biblia definitivamente hace una distinción entre la mente y el corazón; ¡qué importante es salvaguardarlo, a medida que llegan a él impresiones procedentes de los sentidos y como resultado de las acciones recíprocas del corazón manda actuar en la mente!.
Aunque las sensaciones del corazón se interpretan y sacan conclusiones en el cerebro, es en el corazón donde se hace que tengan efecto sus deseos y sus afectos en el proceso que tiene que ver con las motivaciones. Es interesante observar, también, que el corazón es uno de los primeros órganos del cuerpo que es afectado por circunstancias emocionales.
Una cosa si ocurre, al perder su corazón se le han quitado las capacidades adquiridas que se han formado en el corazón a través de los años y que contribuían a formar lo que era en cuanto a su personalidad.
El Dr. Schneider, sostiene que el corazón además de una bomba con batería neuroendocrina, tiene un pequeño cerebro propio, los nódulos S A y A V y el haz conductor, y las pequeñas ondas procedentes de este haz se pueden discernir junto con cada onda del corazón en un ECG [electrocardiograma].
El corazón es una bomba muscular diseñada maravillosamente, pero, más significativamente, nuestras capacidades para emoción y motivos están construidas dentro de él. El amor, el odio, el deseo (bueno y malo), la preferencia de una cosa en vez de otra, la ambición, el temor... de hecho, todo lo que sirve para movernos en relación con nuestros afectos y deseos brota del corazón.
Es significativo que los pacientes en los cuales se han efectuado trasplantes de corazón, tienen graves contradicciones emocionales después de la operación. Al perder su propio corazón se les han quitado las capacidades adquiridas del antiguo corazón que se han formado en ellos a través de los años y que contribuían a hacerlos lo que eran en cuanto a su personalidad.
Las impresiones almacenadas en el corazón
Siempre se nos ha dicho que el corazón ama, siente y desea, un proceso que se relaciona con el contenido de la información almacenada. Recientes investigaciones sobre la memoria apuntan a que es en el corazón donde se almacena cierta información relacionada con los sentimientos.
Pearsall no parece albergar dudas de que el corazón, además de constituir el centro de energía más importante del cuerpo, es al mismo tiempo un centro de almacenamiento de memoria donde se guardan las motivaciones adquiridas por la persona.
Así pues, si se lleva en el corazón la información de una experiencia vital que cualquier persona haya tenido, al transplantar el corazón puede convertirse en las propias memorias personales del trasplantado. Esto explicaría el hecho de que la personalidad de los que viven con un corazón trasplantado sufra transformaciones radicales. Lo que nos lleva a concluir que el corazón posee un sistema que contiene memorias codificadas que conserva aun cuando es trasplantado.
Olvidar es difícil para el que guarda en la memoria del corazón
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