Foto tomada por el telescopio espacial Hubble de la galaxia M82 en la llamada Gran Cuchara de la Osa Mayor.
Las grandes galaxias que pueblan el Universo pierden el apetito con los años, según se desprende de una investigación elaborada por el equipo del Telescopio Espacial Spitzer de la NASA.
Este trabajo, que se ha publicado en 'The Astrophysical Journal', contradice las teorías que se han barajado hasta ahora y que señalaban que estas galaxias crecían al fusionarse con otras vecinas, en un proceso que se conoce en la astronomía como «canibalismo galáctico».
El autor principal de la investigación, Yen-Ting Lin, ha explicado que se las galaxias masivas podrían «comenzar una dieta en los últimos 5 millones de años de su vida».
Estos nuevos hallazgos ayudarán a los investigadores a entender cómo los cúmulos de galaxias, que son unas de las estructuras más masivas en el universo, se forman y evolucionan.
Los cúmulos de galaxias se componen de miles de galaxias que se reúnen alrededor de su miembro más grande, llamado BCG. Los BCGs pueden ser de hasta decenas de veces la masa de la Vía Láctea, ya que se hinchan en tamaño tras 'comerse' otras galaxias, así como la asimilación de estrellas que se canalizan en el medio de un grupo cada vez mayor.
Para controlar cómo funciona este proceso, los astrónomos estudiaron a casi 300 cúmulos de galaxias que abarcan 9.000 millones años de tiempo cósmico. El grupo más lejano se remonta a una época en que el Universo tenía de 4,3 mil millones de años, y el más cercano, cuando el universo era mucho mayor a 13.000 millones de años, es decir, hace unos 800 años del momento actual.
«No se puede ver crecer una galaxia, por lo que se ha tomado un censo de la población», ha explicado el investigador, quien ha indicado que el enfoque de su estudio permite «conectar las propiedades promedio de las agrupaciones que se observaron del pasado relativamente reciente con los que se observaron más atrás en la historia del cosmos».
Los resultados mostraron que el crecimiento de BCG se produjo a lo largo de las tasas predichas por las teorías, hasta hace 5 millones de años, en un momento en que el Universo tenía unos 8 millones de años. Después de ese tiempo, parece que las galaxias, en su mayoría, dejaron de comerse a otras galaxias que las rodean.
Los científicos no están seguros de la causa de la disminución de apetito de las BCGs, pero los resultados sugieren que los modelos actuales necesitan retoques.